Después de conocer esta realidad, Dios direccionó nuestros corazones y nuestras vidas para ayudar a algunos de estos refugiados que sufren diariamente.

Entendimos que todas las experiencias que hemos tenido a lo largo de los años han sido oportunidades de aprendizaje y capacitación para este momento.       Confiamos que Dios está guiando nuestro camino!  Damos gracias porque amigos, hermanos y familia están caminando con nosotros. Todo esto solamente es posible por sus donaciones y ofrendas constantes.

Será un gran desafío que comienza con el aprendizaje de la lengua y la adaptación cultural.